Como empresa de reformas integrales en Valencia de referencia, en Moabita sabemos que la calidad del trabajo no es el único factor que determina la satisfacción del cliente. Hay, de hecho, infinidad de aspectos a tener en cuenta y todos ellos deben quedar bien reflejados en las cláusulas del contrato.
Y es que un “lavado de cara” de un espacio también requiere que las fechas de entrega se cumplan, especialmente cuando hablamos de la reforma de un local o negocio. De lo contrario, ni unos precios competitivos ni unos acabados perfectos van a ser suficiente.
¿Por qué es tan importante cumplir con los plazos de entrega y cuáles son los tiempos estipulados? !
Tiempo estimado para una reforma
No son pocas las dudas que llegan a nuestros especialistas sobre cuánto puede durar una reforma. Y si bien cada espacio y tipo de obra es un mundo, podemos hacer una estimación en función del tipo de trabajo que se va a realizar.
Por ejemplo, en una reforma parcial, que conlleva cambios en espacios concretos como la cocina o el baño, o mejora de otros elementos aislados como el cambio y sustitución de la superficie del suelo, no supera las tres semanas de duración.
Una reforma integral, en cambio, abarca todo el espacio y elementos sobre los que se va a trabajar. Y dado que predecir la duración de la obra se complica en este caso, generalmente se estima en base a los metros cuadrados. Así, los espacios de 60 y 100 metros cuadrados implican tiempos de trabajo aproximados de entre 3 y 6 meses respectivamente.
¿Por qué es tan importante cumplir con los plazos de entrega?
Las reformas conllevan trámites y esperas tediosas, y también generan expectativas en el cliente y trastocan su rutina. De modo que cumplir con los plazos pactados previamente es un requisito vital si las empresas de reformas integrales en Valencia quieren cuidar su reputación e imagen de cara a futuros trabajos. Pero hay más cuestiones que abordar en atención al cumplimiento de los plazos.
Control absoluto del trabajo y reducción de incidencias
Cumplir con las fechas va a permitir a la empresa seguir acometiendo a tiempo y controlar el trabajo en todas sus fases (desde la solicitud de una licencia hasta el acabado final), así como programar las obras de otros clientes.
En definitiva, ser riguroso con las fechas de entrega es clave para el buen funcionamiento del propio negocio. Además, es imprescindible que los especialistas tengan en cuenta los potenciales imprevistos en su agenda.
Evitamos posibles pérdidas económicas y de recursos
Nuestro Código Civil prevé consecuencias en la demora del constructor (excluyendo circunstancias fortuitas). En este caso, es la propia empresa de reformas la que se hace responsable de cualquier daño o perjuicio causado, como son los intereses de demora.
Asimismo, incumplir la fecha límite de obra suele reducir del pago total un porcentaje por cada semana de retraso, lo que debe concretarse además en el contrato para proteger los derechos del cliente.
Los clientes repiten
Por último, ¡insistimos! Para que la empresa genere confianza, debe cumplir con un pilar fundamental para la satisfacción del cliente: el trabajo en tiempo y forma. Y desde Moabita sabemos que llegar a tiempo es la mejor carta de presentación para mejorar las expectativas del cliente y que se ponga de nuevo en nuestras manos.
¿Necesitas iniciar una reforma con todas las garantías de calidad y seriedad en el cumplimiento de los plazos? ¡Contacta con nosotros! Realizamos la primera visita a tu vivienda o local de forma totalmente gratuita, incluyendo la realización de planos, presupuesto y fechas de entrega.
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